Tontas y seductoras clases que no te dejan jugar videojuegos. Pero cuando Dishonored se publica gratis en Xbox Live, tu voluntad de ser responsable y hacer tus tareas y proyectos, digamos que se puede quedar un poco corta, si no es que nula.
Dishonored es una entrega ya 2 años de edad que se llevó el premio a Mejor Juego de Acción en los IGN’s Best of 2012 Awards así como el de Mejor Juego del Año en los Bafta Awards 2013, derrotando a juegos como Far Cry 3, Journey o Mass Effect 3.
No es de extrañar, desde el primero momento que inicias Dishonored, desarrollado por Arkane Studios y distribuido por Bethesda, el enganche es inmediato. Tú, Corvo Attano, eres el Lord Protector del imperio en la ciudad industrial de Dunwall, inspirada en la ciudad de Londres de principios del siglo XX.
Como tal, eres el guardaespaldas principal de la emperatriz que para tu mala suerte es asesinada justo delante de ti en cuanto la trama del juego da sus primeros pasos. Y si no es suficiente, la hija de la emperatriz, heredera al trono y ser querido para ti, Emily, es secuestrada mientras que sólo puedes sentir el agudo filo de tu impotencia. Como consecuencia, eres inculpado y deshonrado al no haber prácticamente testigos.
Sin embargo, en el día de tu ejecución, encontrarás una interesante alianza que te permitirá escapar como fugitivo y posteriormente, descubrir que todo ha sido un meditado plan para instalar un régimen absolutista y totalmente autoritario por parte del Lord Regente. Tu decisión a lo largo de todo el juego será buscar tu venganza o bien, el bienestar del imperio mediante el restablecimiento de la línea de sangre real mediante Emily.
Es aquí donde prefiero no seguir contando más de la historia para no revelar más detalles. Pero Dishonored es un juego en el que cada una de tus decisiones afectarán a la historia y jugabilidad directamente. Y no de una manera tan sencilla, el porcentaje de asesinatos o neutralizaciones que realices, afectan muchísimo a la cantidad de guardias que encuentras en cada escenarios así como sus comportamientos que se pueden volver más difíciles de predecir y pueden complicarte un poco la vida.
Por el lado del diseño artístico, Dishonored es un resultado digno de darle tiempo de ver. Los colores están tan bien balanceados y combinados en tonos cálidos o fríos que es inmediatamente posible sentir los momentos de angustia o desesperación de Corvo, así como los tranquilos y alentadores en los que las cosas van bien. A pesar de ser un estilo único y constante a lo largo de todo el juego, cada escenario tiene su propia aura, pasando desde las cloacas de Dunwall a las calles de la ciudad por la noche, rellenas de guardias, máquinas y multitud de caminos posibles.
Como les dije, la construcción arquitectónica de Dunwall viene inspirada de hace 100 años, sin embargo, no conlleva un diseño de tecnología también de tiempo atrás. Dentro del juego puedes encontrar los diseños más innovadores en cuanto tecnología de puentes, armas y sobretodo en el icono más simbólico del juego: la máscara de Corvo que obtiene al ser liberado de su prisión.
Llegando a la parte gorda del juego, la jugabilidad es increíble. ¿Alguien imagina una combinación de Assassin’s Creed y un poco de Bioshock Inifinite? Bueno, tal vez esta experiencia en Dishonored les sea algo parecido sin por ello, perder su originalidad.
Comenzado por la parte más general, Dishonored es un juego de sigilo en el que puedes tener tu propio estilo de no despertar el menor indicio de sospecha o caos, o puedes ser un poco más temerario y no pensar tanto en las consecuencias de dejar medio mundo de cadáveres detrás que por cierto también definirá tu final. Como en todo juego de este tipo, por tanto tienes tu modo respectivo en el que tu nivel de ruido y visibilidad se reduce y eres por tanto, más difícil de identificar al momento de saltar de improviso sobre un guardia.
Más específicamente, la diversidad y combinaciones de armas y accesorios es enorme. Como arma base, tendrás tu espada para estar salpicando sangre por todos lados mediante combates directos y en el lugar de arma o accesorio secundario podrás escoger entre (mi favorita) la ballesta con dardos ofensivos, sedantes o explosivos, la pistola o granadas. De igual manera, puedes llevar contigo dispositivos para desactivación/reprogrogramación de alarmas y uno de los atractivos más grandes: los efectos de magia.
Sí, la magia también existe dentro de Dishonored y es probablemente una de las mejores aplicaciones personalizadas logradas hasta ahora de los ataques y defensas mágicas. Pudiendo escoger y combinar entre habilidades como posesión, control de tiempo, velocidad de desplazamiento o visión nocturna, entre otras, las posibilidades son infinitas. Además, son posibles de mejorar. Por poner un ejemplo: la primera versión de visión nocturna incluye visión en áreas de baja luz y distinción de personas a través de las paredes mientras que la segunda amplia tu rango de visión y te permite distingues la ubicación de alimentos, elíxires y circuitos de control. Particularmente, les recomiendo combinar la visión nocturna con el control de tiempo para esos momentos verdaderamente difíciles.
En sí, en Dishonored encontrarán que todo está planeado y ligado entre sí. Los aspectos como jugabilidad, historia o diseño artístico no se sienten independientes entre sí. Un detalle especial es el personaje omnipresente de El Forastero. Retratado como el dios que gobierna la realidad del juego, un dios demasiado cínico para ser bondadoso pero demasiado crítico y consciente para ser calificado como perverso, es el que dota a Corvo de sus habilidades mágicas así como a otros personajes también.
Por último, un pequeño videojuego del gameplay de alguien que no tengo idea quién es pero que juega asquerosamente bien, una muy buena impresión de lo que es jugar Dishonored.
En fin, si llegaron hasta este punto, me alegro porque el juego en verdad les interesó y espero que lo disfruten en una de esas tardes que quieres probar algo distinto que te atrape, que sea interesante y por supuesto, totalmente adictivo.
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